Textiles disidentes. Pocho Guimaraes.

El artista Plácido “Pocho” Guimaraes (Malabo – Guinea Ecuatorial, 1951) realiza un trabajo que recupera la práctica artesanal textil ecuatoguineana que ha ido pasando de generación en generación en su familia. Discípulo de Grau-Garriga, los materiales que incorpora a su trabajo son telas de origen africano, periódicos viejos y materiales de desecho, así como objetos encontrados en las ciudades y en los entornos naturales alrededor de Malabo y de Madrid. Estos elementos están cargados de significados personales o familiares, y cada una de las obras que produce se refiere a un tema y una realidad concretas de su entorno cercano: su disidencia política, el lugar donde las mujeres de su tribu se reunían a hablar junto al río, las costumbres rituales de su familia, etc.

Guinea Ecuatorial alcanzó la independencia de España en 1968, cuando Plácido “Pocho” Guimaraes contaba con 17 años. Su abuelo, Francisco Malabo, descendiente del último rey bubi, fue el encargado de su educación hasta los 10, cuando fue internado en el colegio La Salle de Malabo, donde tuvo como tutor a Teodoro Obiang Nguema. Los eventos y personajes políticos implicados en la independencia y la inmediata dictadura de Macías Nguema marcaron políticamente la vida de Pocho. La persecución política de Macías acabó con la vida de su padre, encarcelado y torturado en 1971.

La obra de Pocho Guimaraes se desarrolla a través de la técnica del alto lizo, tapices trabajados en telares de urdimbre vertical y cuya trama suele confeccionarse con algodón, hilo, lana, seda o lino. Pocho, en cambio, utiliza materiales fuera de lo común: redes de pescadores encontradas en la playa, bolsas de plástico, papel de periódico viejo, alambres… objetos encontrados y residuales que bien podrían interpretarse en clave política refiriéndose a la realidad en la que se ve sumido su país bajo la actual dictadura de su tío Teodoro Obiang. El gobierno de Guinea Ecuatorial se encuentra entre los más represores del mundo según Amnistía Internacional o Human Rights Watch, y la brecha social es abismal. Es el país de África con mayor renta per cápita gracias a la explotación de yacimientos petrolíferos, pero esa riqueza permanece en manos de una élite en torno a la familia del dictador. Pocho, autoexiliado en España desde los 19 años, quiso escapar de esas desigualdades, encontrando aquí otras muchas dificultades. Sus inquietudes políticas y culturales le llevaron a Kiev en 1975, donde cursó estudios de Urbanismo. Al regresar a España estudió Bellas Artes en Valencia, explorando multitud de lenguajes como la danza, el teatro y el cine. Su obra textil quiere incorporar esas disciplinas, sacando de la pared el tejido, introduciendo objetos y haciendo que participen activamente en sus performances.

Los objetos que encontramos en su obra, tales como conchas, trozos de madera, plásticos encontrados o latas de refresco, quieren dar volumen y expresividad al tapiz, además de erigirse en símbolos y narrar historias personales y de la cultura bubi de la que procede su familia. Los últimos 14 años antes de regresar en 2019 a Madrid los pasó en la isla de Bioko, sometiéndose a las ceremonias tradicionales que no pudo realizar debido a su temprana salida del país a los 17 años. Estos rituales, bailes, símbolos y experiencias enriquecen sus actuales trabajos, reconectando su obra con sus raíces culturales y familiares. Las piezas que encontramos en esta exposición nos relatan algunos episodios del día a día de su tribu, relatos que le han llegado a través de su madre y su tío, sus guías espirituales en estos últimos años de su vida. A sus 69 años, Pocho ha llegado a una madurez creativa que hace de esta exposición una suerte de conclusión en su obra, una reunión de piezas que resumen todas las experiencias, conocimientos e imaginarios que han atravesado la vida de Plácido “Pocho” Guimaraes.

La galería Fixed Project Lima

Fixed Project Lima es una galería que trabaja principalmente con artistas peruanos cuya obra se vincula con las tradiciones y la sociedad de su país. Podríamos decir que entre sus intereses se encuentra cierto tipo de arte político, crítico y que cuestiona a la sociedad y la cultura peruanas.

En su línea de trabajo, Fixed Project Lima viene desarrollando un interés en la internacionalización de sus artistas, lo que les ha llevado a asistir a ferias en España y Portugal en los últimos años, así como a facilitar residencias internacionales para sus artistas. En este proceso de internacionalización y búsqueda de nuevos espacios de interacción, Gonzalo García Callegari, director de Fixed, se fijó en Pocho Guimaraes, cuya obra conoció el pasado mes de enero en Madrid. El trabajo del ecuatoguineano llamó la atención del galerista por su factura manual y artesanal, una línea de trabajo que lo vincula con los pueblos andinos y su labor textil. Las tradiciones del Perú y del África noroccidental ven su reflejo en la labor del tapiz, que tanto la cultura bubi como la tradición incaica han trabajado desde el origen de esas culturas. También la aproximación política a estos productos culturales está fuertemente vinculada con los intereses estéticos de Fixed Projects (Lima), que ve en la política del Perú del siglo XXI una continuidad de las desigualdades que se dieron en la época de la colonización española. El pasado español de Guinea Ecuatorial sirve también de puente para una reflexión sobre los efectos del neocolonialismo en los países periféricos, gobernados ahora por multinacionales petrolíferas, energéticas o de la telecomunicación por poner solo algunos ejemplos.

Organizado por:

TEXTILES DISIDENTES

Del 7 de noviembre al 7 de diciembre de 2020

Pocho Guimaraes organizado por la galería Fixed Projects (Lima)