MASHITA A RYE EHEWE. Galería Airas Wang de Lafée (AWL).
AWL Airas Wang de Lafée se complace en presentar “Mashita a Rye Ehewe”, una exposición dual de Annalee Davis y Sheroanawe Hakihiiwe en Madrid, España. Texto de Adriana A. Leanza.
Tomando su título del vocabulario yanomami—donde mashita se refiere a la tierra y rye ehewe significa “buena para sembrar”—la exposición explora la fertilidad de la tierra como una entidad vital y viviente. Las prácticas de Davis y Hakihiiwe reflexionan sobre la compleja relación entre la tierra, la memoria y las historias coloniales, abordando el impacto continuo de las economías extractivistas y el desplazamiento tanto en el medio ambiente como en el patrimonio cultural. Curada con palabras de Adriana A. Leanza, la exposición invita a los espectadores a reconsiderar su conexión con el mundo natural a través de prácticas artísticas que funcionan tanto como testimonio como resistencia.
A través de delicados dibujos, collages y obras en medios mixtos, las obras de Davis examinan la transformación violenta de los paisajes caribeños bajo el dominio colonial británico. Utilizando antiguas páginas de libros de contabilidad de plantaciones como lienzo, sus intervenciones trazan los enredos entre las economías de monocultivo y el agotamiento de la fertilidad del suelo, proponiendo actos de reparación y expiación. En paralelo, las obras en papel hecho a mano de Hakihiiwe crean un léxico visual de la cosmología yanomami, preservando tradiciones orales y sabidurías ecológicas indígenas. Sus representaciones de plantas, plumas y semillas forman un atlas en evolución de elementos naturales, afirmando el urihi (bosque-tierra) como un espacio sagrado e interdependiente.
Un motivo recurrente de color rojo—tradicionalmente asociado con la sangre y la fertilidad—se entrelaza a lo largo de la exposición, simbolizando resiliencia, renovación y el pulso interconectado entre cuerpo y tierra. Mashita a Rye Ehewe se erige como una invocación poética del lugar, la memoria y la permanencia del conocimiento ancestral, ofreciendo un espacio donde el arte reclama historias y vislumbra futuros alternativos de coexistencia y restauración.
Evocando la fertilidad inherente a la tierra, la exposición Mashita a rye ehewe nos invita a percibir el bosque y su suelo como la semilla de la vida. Inspirándose en la visión y el vocabulario yanomami, donde no existe una separación clara entre la tierra y el bosque, el término urihi designa una geografía cosmológica, la del bosque-tierra.
El bosque-tierra no es una entidad inerte, ni está enteramente sometido a la voluntad de los seres humanos. Como organismo vivo, posee una imagen esencial, un principio de fertilidad inmaterial (mashita a rye ehewe), así como un aliento vital (mishia), responsable de infundir a las plantas y al suelo la energía que sustenta su esencia.
Pero la expansión colonial y la explotación de los territorios y tierras indígenas, reforzadas por la mentalidad imperialista y extractivista del desarrollo lineal y el progreso, pusieron de manifiesto una profunda ruptura entre los nape (pueblos no indígenas) y la propia tierra que los nutre, con importantes repercusiones en la fertilidad de esa tierra.
Las prácticas artísticas de Annalee Davis y Sheroanawe Hakihiiwe en esta exposición reconocen que cualquier reflexión sobre la fertilidad de la tierra está intrínsecamente ligada a la historia colonial de violencia, desplazamiento y explotación de las comunidades indígenas y sus recursos. Al recuperar lo que queda de estas capas de trauma («La tierra recuerda lo que dijimos y lo que hicimos»¹), sus obras son un testimonio de gestos de preservación y restauración de los ecosistemas naturales, que se erigen como formas de resistencia en sí mismas.
La práctica de Annalee Davis examina los enredos de los paisajes violentamente remodelados por el proyecto colonial británico de la economía de las plantaciones de caña de azúcar y la esclavitud en el Caribe. A través de delicados dibujos y collages sobre viejas páginas de libros de contabilidad de plantaciones (Parasite Series, 2017; F is for Frances, 2026), así como de piezas de instalación (Small sugar cone, study, 2023; Sugarcone-A Motherplot, 2024; How to Know a Land, 2024), las obras que componen In the Sugar Gardens amplían la relación parasitaria entre la colonización de la tierra y el impacto en su fertilidad, fomentando multiespecies y conexiones íntimas como actos curativos de reparación y expiación.
Arraigada en los conocimientos ancestrales, la obra de Sheroanawe Hakihiiwe preserva y renueva la herencia cultural y oral de los yanomami. Sus dibujos -creados principalmente en papel hecho a mano con fibras como caña de azúcar y algodón- configuran un glosario visual de la cosmología de su pueblo. Entrelazando la narración indígena con la abstracción artística, sus composiciones celebran la vitalidad de las tradiciones de su comunidad, asegurando su perdurabilidad para las generaciones futuras. A través de representaciones de hojas, plumas, semillas y troncos de árboles, las obras de Hakihiiwe actúan como un atlas evolutivo de plantas, animales y elementos naturales. La artista cuestiona los binarios convencionales -vida y muerte, ser humano y animal, cuerpo y espíritu- reafirmando la intrincada interdependencia entre el ser humano y el bosque.
Más allá de su simbolismo tradicional de sangre y fertilidad, el color rojo teje las prácticas de Davis y Hakiwiiwe y nos guía como un hilo luminoso. Trenza historias de persistencia, donde el cuerpo y la tierra, el agua y la semilla, laten juntos en un ritmo atemporal de acuerdo duradero.
BIOS
Annalee Davis (Barbados, 1963) abarca su trabajo como artista visual a través de una práctica híbrida, activismo cultural y escritutra. Su obra se sitúa en la intersección entre biografía e historia, centrándose en las economías post-plantación a través del diálogo con un paisaje específico de Barbados. Su estudio, ubicado en una granja lechera en funcionamiento que en el siglo XVII operaba como una plantación de caña de azúcar, proporciona un contexto crítico para su trabajo. A través del dibujo, la caminata, la elaboración de infusiones con hierbas silvestres (bush teas) y el cultivo de farmacias vivas, la práctica de Annalee propone estrategias futuras para la reparación y el florecimiento, al mismo tiempo que investiga el papel de las plantas y los espacios vivos como sitios ancestrales de resistencia, conocimiento alternativo, comunidad y sanación.
Sheroanawe Hakihiiwe (Venezuela, 1977) es un artista indígena residenciado en Platanal, una comunidad yanomami del Alto Orinoco del estado Amazonas de Venezuela. Desde la década de los noventa ha venido desarrollando un trabajo orientado al rescate de la memoria oral de su pueblo, de su cosmogonía y tradiciones ancestrales. Desde el dibujo desarrolla un lenguaje sintético, concreto y mínimo sobre la vasta e intensa relación que tiene su comunidad con el paisaje. Estos vínculos permean el ámbito de lo personal y lo colectivo, siendo su trabajo una revisión contemporánea de la cosmogonía y el imaginario indígena yanomami.
Adriana A. Leanza (Suecia, 1994) es curadora, escritora e investigadora radicada en Londres y cofundadora del colectivo curatorial Allél0n junto con María Lucía Marcote García. Nacido en 2017 como una correspondencia digital abierta que experimenta con la escritura creativa y la ficción especulativa, Allél0n ha invitado a la participación de investigadores interdisciplinarios emergentes, artistas y amigos llamados al pensamiento colectivo y espontáneo. Adriana ha curado exposiciones y eventos sin fines de lucro para apoyar a artistas emergentes en la intersección entre la práctica sonora, visual y performativa, obteniendo financiación pública del Arts Council England National Lottery Project Grants en 2021. Adriana tiene una licenciatura en Arquitectura por la Universidad de Trieste, Italia (2016), un máster en Estudios Avanzados en Historia del Arte por la Universidad de Barcelona, España (2018) y un máster en Art Praxis por el Dutch Art Institute, ArtEZ University of the Arts (2023).
VISIÓN DE LA GALERÍA
AWL Airas Wang de Lafée es un espacio de arte contemporáneo ubicado en Girona que abrió sus puertas el 5 de mayo de 2024. La galería tiene como objetivo priorizar las voces de artistas que abordan con sensibilidad las realidades poscoloniales y sus políticas de identidad, reevalúan procesos tradicionales y saberes colectivos; analizan las economías políticas desde una perspectiva antropogénica; y exploran la difuminación inherente entre lo natural y lo artificial en la posdigitalidad. Conectamos los gestos presentados en la galería con su entorno, enmarcándolos dentro de una narrativa vernácula de historia, arquitectura y diseño, gastronomía, paisaje y artesanía.
Con una cuidada selección de artistas cuyas obras despiertan la conciencia social, nos posicionamos como un punto de encuentro para quienes buscan comprender y enfrentar los desafíos de nuestro tiempo. A través de la creatividad, exploramos temas como la diversidad, la igualdad, la justicia social y la identidad, invitando a nuestro público a reflexionar sobre su papel en la construcción de una sociedad más inclusiva y compasiva, basada en el respeto y la tolerancia.
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¹Robin Wall Kimmerer, Braiding Sweetgrass: Indigenous Wisdom, Scientific Knowledge, and the Teachings of Plants, 2013.