A través de sus ojos. Amanda Arrou-tea, Paul Critchley, Miguel Olivares y Albert Vidal
A través de sus ojos
La obra de Amanda Arrou-tea, Paul Critchley, Miguel Olivares y Albert Vidal condensan en esta galería madrileña diferentes escenarios, exteriores desconocidos pero familiares, ventanas imposibles y grandes masas de agua que inundan la planta baja, trasladándonos al interior de la pintura para mostrarnos las realidades de estos cuatro artistas a través de sus ojos.
Las pinturas de la sala principal nos colocan sobre una colina para contemplar los desérticos paisajes de Albert Vidal, observando desde la altura un lugar común pero extraño, donde la ausencia de personas ralentiza el tiempo hasta pararlo. Vidal aborda la obra primero desde un planteamiento abstracto, haciendo sobre la madera una mancha de color que va creciendo hasta definir la composición, una mancha sobre la que mediante el dibujo construye los detalles con los que genera la sensación de realidad. Sin embargo, si nos acercamos vemos que los edificios según se alejan se transforman en tan solo un par de pinceladas, insinuados al fondo, una impresión. Frente a estos paisajes en calma de Vidal escuchamos el ruido de las ciudades de Miguel Olivares, con las que el artista nos baja a tierra y nos saca a la calle. Este artista viaja buscando lugares energéticos, descomponiendo la realidad en capas para indagar sobre su ordenación y sus ritmos. Así, en sus obras Olivares plasma el dinamismo de las ciudades, las vidas y los caminos que se cruzan y entrelazan, organizando la compleja estructura que configura nuestros destinos. Para abarcar esta pluralidad, desde sus comienzos y hasta hoy, Olivares procura no vincular su actividad artística a un solo ámbito practicando distintas técnicas, optando en esta ocasión por combinar el collage y la pintura.
A diferencia de Olivares, Paul Critchley ha centrado su técnica y su investigación pictórica en la descripción de interiores y exteriores cuestionando la percepción y la representación de la realidad, distorsionando su escala, forma y perspectiva. El motivo de Critchley para no adscribirse a las normas de la perspectiva es que considera que estas pueden generar resultados falsos, dice: “si algo te parece grande o pequeño, alto o estrecho, por ejemplo, entonces hazlo grande o pequeño, alto y estrecho”. Por eso tenemos unas ventanas en esta exposición que resultan ilógicas pero son reales, y que dan a un exterior que es irreal pero que puede resultar lógico, que podría estar tras ese marco. Critchley nos invita a cuestionar la norma y a cuestionar lo que vemos, una realidad en la que lo que hay se vuelve verdad solo por estar establecido, por eso rompe con las normas de la pintura hasta distorsionar el soporte, ¿por qué la pintura tiene que estar limitada por el soporte?, ¿por qué tiene que estar la realidad sujeta al marco de la lógica? Por otro lado, con una técnica también muy personal, Amanda Arrou-tea nos traslada a otra realidad y a otro medio, trayendo de vuelta la experiencia de flotar en el agua, aquella en la conectamos con la tierra sin tocarla. Arrou-tea reconecta así con sus mundos de sirena, con su realidad primaria, flotando en el agua como en el líquido amniótico antes de nacer, sumergiéndonos en su mundo a través de la pintura.
Hoy nos habla la ciencia de universos paralelos, como si no hubieran existido siempre mundos de imaginación, realidades paralelas, lugares seguros. El arte ha sido, es y será un resquicio de libertad en la realidad, un lugar donde ser, expresar y crear. Decía Kandinsky que cada cuadro encierra misteriosamente una vida, pero quizás cada cuadro sea un mundo con muchas vidas.
Inés Alonso Jarabo
Los artistas
Amanda Arrou-tea, también conocida como Mandi Oh en su vertiente muralista, nace en San Sebastián en 1990, donde comienza a plasmar sus sentimientos e inquietudes con pintura desde los 9 años. “De raíces vascas, amores mexicanos y adopción berlinesa”, dice su madre, Arrou-tea ha investigado su pasión creativa permitiendo que la inspiración vaya de la mano de las emociones. Tras finalizar sus estudios decidió mudarse a México para acercarse al medio que siempre le ha inspirado, el agua y sus sirenas, decidida a encontrarse en los cenotes. Actualmente reside en Berlín donde llegó hace siete años para enfocarse en su carrera artística, desde entonces ha realizado seis exposiciones individuales y ha participado en más de treinta colectivas entre Europa y Centroamérica, combinando su desarrollo plástico con su faceta mural, participando en festivales como el de Alpilles (Francia).
En la localidad de Rainford (Reino Unido) nace y estudia Paul Critchley, con una trayectoria de más de cuarenta años en el mundo del arte. Desde finales de los 80, Critchley decidió que su pintura no iba a estar supeditada al soporte, adaptando este al motivo a representar, algo característico en la obra de este artista que se ha convertido en su seña de identidad. Sus pinturas se encuentran repartidas por todo el mundo en colecciones internacionales, públicas y privadas, habiendo sido también galardonada en diferentes ocasiones, por ejemplo como Premio Nacional de Pintura Villa de Teulada (1993 y 1997). Con más de treinta exposiciones individuales e incontables colectivas, así como participaciones en ferias, este artista perdura en el tiempo y continúa sorprendiendo con sus pinturas y estructuras.
Miguel Olivares reside actualmente entre Barcelona, Miami y Cali; estudió Bellas Artes en la Universidad de Barcelona y pese a declararse ante todo dibujante, hizo la especialidad en pintura porque era la que más le costaba. Tras investigar los campos de la forma y la imagen, así como el grabado durante su doctorado, Olivares ha decidido no cerrarse a un estilo y hoy día sigue combinando la escultura, el grabado, las instalaciones y en este caso el collage y el dibujo, procurando no vincular su actividad artística a un solo ámbito. En sus más de 25 años de trayectoria, Olivares ha expuesto en ciudades como Tolouse, Turín, París, Perpiñán, Chicago, Los Ángeles, Nueva Delhi o Cali entre otras, ha realizado murales en países como República Dominicana y Colombia y ha producido obra de gran formato para el Palacio de Congresos de Cataluña, así como también fundó el colectivo de artistas Mediawork.
Albert Vidal se especializó en pintura en la licenciatura de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona en los 90 y desde entonces las exposiciones y reconocimientos se han sucedido hasta la fecha. Tras ganar el Primer Premio a la Pintura Joven de la Sala Parés en 1990 y 1999 comienza a colaborar con esta galería así como con la Galería Barnadas a partir de los 2000, dos de las galerías más longevas y prestigiosas de Barcelona, ciudad en la que también ha realizado instalaciones en espacios públicos. Su obra viaja entre Barcelona, París, Tokio y Chicago así como por España con exposiciones colectivas e individuales que se suceden hasta hoy, mostrándonos los paisajes desérticos de un pintor que firma con su número de DNI.